24.3.06

Un mall donde se estacionan aviones

Hay cosas que realmente fatigan la profesión. No pedimos grandes infraestructuras “modernas” (término más manoseado que mouse), ni la máxima tecnología, ni el aeropuerto más cosmopolita de Latino América (del mundo es mucho), ni nada muy utópico. Son mínimas decisiones, pequeños aportes pero con una fijación de mas altura que la comercial, con un aporte mas cultural. Si hacer cultura no es caro…

La principal función de un aeropuerto, es el tránsito. Llegada y salida de aviones, desplazamientos y distintos recorridos del usuario; llegada, pasaje, policía internacional, embarque, etc., y estacionamientos de vehículos.

Para dar soporte a las grandes masas de gente que circulan todo el día por el aeropuerto, generalmente se hacen grandes naves con amplios espacios en plantas libres a modo de espacios públicos abiertos (“transparencia de la empresa”).

Los aeropuertos ya no son estaciones de tránsito sino centros comerciales con servicios de intercambio. Ha ocurrido una transformación de funciones. Esos amplios ventanales que habían para mirar privilegiadamente una y otra vez el despego o aterrizaje de los aviones, ahora están cubiertos con promociones de celulares. Está lleno se sucuchos donde puedes adquirir aquel regalo de último minuto, o aquel olvidado souvenir que deseosamente espera tu familiar o amigo. Tienditas a modo de Dutty Free, de los cuales puedes salir enchulada(o) y con estilo internacional. O quioscos donde tu estudiante puedes llevarte un recuerdo de tu patria que tanto celebras en los partidos de fútbol. Prácticamente no puedes estar sin que a pocos metros allá algo que te traten de encajar. Y Ahora, ese lugar amplio multifuncional en el que podías estar haciendo “nada”… fue ornamentado con una galería comercial, pero ojo! Con las mismas formas ovaladas de la estética aérea… es como cuando se hace un edificio y le pones… un alerón rojo… la bodega de al lado, la haces igual pero con un aleroncito rojito, y la caseta del guardia con un aleroncisisito rojicisisito. Aquí no hay redundancia que valga.
Comprar ya no es una opción sino una imposición.

Sin embargo, hay actos más satisfactorios y soluciones notables. Por ejemplo, en el aeropuerto de México, en los espacios de circulación de pasajeros o visitantes del lugar, se están ocupando para instalaciones artísticas a cargo del Museo de Arte Contemporáneo de México.
Nos dimos cuenta de que algo ocurría con las exposiciones que se presentaban en el pasillo. Los pasajeros contaban con poco tiempo para detenerse a observar las piezas, sobre todo los que iban a abordar el avión. Entonces, la intención es hacerlos participes de la misma obra, con su tránsito, y sin interrumpirlos. Cuando el pasajero observa esto, le crea impacto y cuestiona si su sombra ha sido grabada o si las cosas que pasan en los muros están sucediendo en este momento.

“En general, el tránsito en los aeropuertos es muy lineal y en este fragmento la intención era hacer que la gente que va circulando por el pasillo, de repente observa su sombra y junto con ella una serie de sombras que han sido grabadas con algunos efectos que difícilmente podría encontrarse en el pasillo como son persona en bicicleta, una rueda de auto que va girando sola”, comentó Roberto Romero, arquitecto y parte del grupo de artistas (ver la nota completa).

Nuevas iniciativas, más preguntas sin resolver, más activismo, más anómalas. MÁS.

Ah! Y por cierto, al aeropuerto le hace falta un solarium, un spa o un gimnasio, son necesidades mundiales…

2 comentarios:

Imán creativos dijo...

porque ya nadie postea? no andan en la zona bloggera, el tema era muy fome, o me sacaron de su blogroll!?...
mejor, cambiemos de tema

Diego Arenas C. dijo...

jajajja...