24.12.10
23.12.10
Evan Hecox en Arkitip
22.12.10
Apreciaciones sobre el Paisaje según Oriol Nel-lo
ice un Copy & Paste de una columna de Ciudad Viva porque me pareció muy interesante las apreciaciones de invitados sobre el paisaje. La jornada se enmarca en "Diálogos del Paisaje" de ciclo "El paisaje ante el cambio global" en la Facultad de Letras de la UPV/EHU (Vitoria) en España. Ahora algunos fragmentos tomados de la crónica hecha por Stepienybarno.
Oriol Nel-lo, Iñaki Atxukarro y José María Ezquiaga.
Se dieron cita en un “formato informal”, bajo el atractivo titulo de “LOS RETOS DE LA INCLUSIÓN DE LAS VARIABLES DEL PAISAJE EN LA ORDENACIÓN TERRITORIAL Y EL PLANEAMIENTO”, dos pesos pesados del tema: Oriol Nel-lo y José María Ezquiaga. Rápidamente, los dos ponentes entraron al meollo de la cuestión, bajo la coordinación de IÑAKI ATXUKARRO, Viceconsejero de Ordenación del Territorio y Aguas del Gobierno Vasco.
Rescato las reflexiones del catalán Oriol Nel-Lo: Doctor en Geografía y Secretario de Planificación Territorial del Departamento de Política Territorial y Obras Públicas de la Generalitat de Catalunya, que realizó una brillante exposición sobre lo que él entendía por paisaje, y cómo estas ideas las llevaba a cabo en su quehacer diario.
Oriol Nel-lo
Comenzó reflexionando sobre la sensación psicológica “de desazón que a todos nos invade, ante los, cada vez más rápidos, cambios que nos rodean y que, en muchos casos, tenemos el convencimiento de que no son para mejor”. Hasta hace pocos años la sociedad estaba acostumbrada a que el paisaje era, prácticamente, permanente, cosa que hoy ya no ocurre, pues “un lugar son muchos paisajes”. Por lo tanto, cuando buscamos nuestro “refugio” ya no lo encontramos y, de repente, el ser humano tiene “una fuerte dificultad de identificación con el lugar”. Este interesante planteamiento (se agradece, sobremanera, que el tema de la identidad aparezca claramente en el discurso) se vio encadenado con la idea de que el paisaje, cada vez más a menudo, “resulta desprovisto de valores”, con lo cual su identidad cultural, queda, bastante maltrecha.
Por esta razón, cada vez más a menudo, un paisaje se parece más a otros paisajes, haciéndose, de alguna forma, intercambiables. Como consecuencia lógica, la tendencia natural es no hacer nada ante este panorama, pero Oriol, considera que, aunque es comprensible este planteamiento, en el fondo, “es una actitud demasiado defensiva. Esto es una quimera, porque si el paisaje es el resultado de la relación entre la sociedad y el entorno, en toda sociedad que cambie cambiará el paisaje”. Por ello, se debe apostar “por orientar el cambio, no por impedirlo, favoreciendo la musealización del paisaje. No se trata de conservar, sino de de gestionar”.
A partir de estas ideas, Nel-lo intenta ser consecuente llevando a la práctica la teoría. Para ello, propone realizar un catálogo del paisaje, basado en cuidadosos diagnósticos, en los que “se identifiquen las cualidades y valores iniciales del mismo, pugnando porque no se haga un menoscabo de los valores del paisaje, sino un ensalzamiento.”
Pero una vez detectados estos valores intrínsecos del paisaje… ¿Cuáles son los valores potenciales que a su vez posee?
Esta pregunta que fue lanzada al aire, tiene su respuesta en las políticas de paisaje que, unidas a planes territoriales, controlan la transformación del territorio “mediante directrices concretas y objetivables”. Llegado este punto, nos pareció pertinente, la apreciación de directriz en vez de norma, pues según Oriol, excesivas normas no son fácilmente cumplibles en materia de paisaje, por lo tanto, es conveniente apostar “por acuerdos entre la administración, agentes públicos y privados”. Se trata de tener más métodos y menos normas, ya que la “batalla del paisaje no se gana con las normativas” y de ahí surgen iniciativas como “La carta del paisaje”.
Oriol Nel-lo, Iñaki Atxukarro y José María Ezquiaga.
¿Pero quién es el que proporciona estos “medios contingentes para dotar de los instrumentos necesarios de actuación”?
Por un lado, el geógrafo catalán, nos habló del Observatorio del paisaje, como organismo especialista en la identificación de esos valores antes reseñados. Y por otro lado, “tenemos la Dirección general de arquitectura y paisaje, que se encarga de vehicular los informes sobre estudios de paisaje e integración paisajístico”. A estos organismos, que “actúan con carácter ejemplificador” se les ha provisto de una fuerte capacidad de financiación a través de un fondo especifico para la protección del paisaje.
También, Oriol nos explicó que todo este planteamiento quedaría cojo, si no hubiera un plan de sensibilización de este tipo de actuaciones, ya que “haciendo política del paisaje, hacemos política que tiene que ver con la democracia y la equidad”. A su vez, nos contaba que habían surgido una serie de guías en las que se reflejaban estas buenas prácticas, se realizaban informes de calidad y en las cuales se había preparado material específico para difundir estas acciones en elámbito de las escuelas.
Para ver la crónica entera pincha aquí. Notable el interés de los catalanes por observar los cambios de su paisaje. Qué ganas de tener un Observatorio del Paisaje aquí...
20.12.10
Ibon Mainar: outside projections
17.12.10
Archigram: Arquitectura experimental de los 60´s por Grancomo
na piscina para Rod Stewart y un campo de juegos para niños en Milton Keynes. Esta es toda la obra ejecutada por Archigram, el grupo de arquitectos londinense que en los 60 recibieron el apodo de “los Beatles de la Arquitectura”, por su personalidad y cómo reflejaban en su obra el espíritu psicodélico, libre y optimista de aquellos años.
Archigram (1961-1974) eran seis jóvenes de muy diferentes perfiles: Warren Chalk, Peter Cook, Dennis Crompton, David Greene, Ron Herron y Michael Webb. En 2002, se definieron como “una familia disfuncional de hombres”. Peter Cook era el portavoz siempre optimista; Dennis Crompton se hizo cargo de que todas sus creaciones estuvieran disponibles para el futuro cuidando de los archivos y creando exposiciones; David Greene, poeta, crítico y pesimista; Mike Webb, el eremita, genio del diseño; Ron Herron era el positivo, manitas y Warren Chalk actuaba como el catalizador de las ideas del grupo.
El grupo arrancó en 1961 con un magazine precario y experimental llamado Archigram (Architecture + Telegram). Se entregaba en mano a los estudiantes de arquitectura por nueve peniques. En él daban rienda suelta a ideas, conceptos y proyectos utópicos. Su discurso se inspiraba en el pop, el hippismo, con las cúpulas geodésicas de Buckminster Fuller, las ferias ambulantes, los comics, el mecano, la carrera espacial o las películas de ciencia ficción. Los 9 números que publicaron mezclaban el comic y la arquitectura en un collage caótico y divertido que recuerdan las ilustraciones de los Beatles o de Monty Python. Archigram atacaba el conservadurismo de los arquitectos británicos de la época complacientes con su trabajo tras la posguerra. Para el establishment de la época, eran una panda de onanistas que no podrían construir un edificio si les dejaran. Su estilo naïve fue interpretado como una broma que no debía durar. Se equivocaron.
Querían provocar y con frases como “la comida empaquetada y congelada es más importante que Palladio”, lo lograban.
Archigram eran rebeldes y contradictorios. Mezclaban estabilidad con movilidad, tradición y modernidad. Para ellos, la arquitectura “moderna” de la época no dejaba de ser más de lo mismo: estructuras rígidas, estáticas e impersonales que sometían y alienaban a las personas.
Sus ideas arquitectónicas giraban en torno a una premisa: “las personas son arquitecturas andantes”. Por ello, la arquitectura debía potenciar la capacidad de trasladarse de las personas y adaptarse a sus necesidades cambiantes. Gran parte de sus obras, inviables en aquellos momentos, se inspiran en la carrera espacial: módulos habitables (Living Pod), trajes autosuficientes (Suitaloon), grandes infraestructuras móviles inspiradas en lanzaderas espaciales (Walking City) o ciudades portátiles (Instant City). Para que los usuarios pudieran instalarse y acceder a servicios básicos como electricidad o agua idearon infraestructuras invisibles a las que conectarse (Logplug y Rockplug).
Archigram, concebía la tecnología y su capacidad automatizadora como un medio para liberar a las personas de cargas tediosas. El robot asistente Electronic Tomato, cruzaba las funciones del iRoomba y R2D2, podía encargarse de las tareas del hogar o incluso gestionar una empresa.
En 1963, fueron invitados por el Institute of Contemporary Arts de Londres a montar una exposición. “Living City” fue un manifiesto. “La ciudad como un organismo único”, más que una colección de edificios. Las personas se sirven de la arquitectura para decidir como vivir sus vidas, y no al revés. La arquitectura era un estado efímero, móvil que tomaba el “comportamiento e información eran material bruto con el que diseñar ciudades igual que el acero, cristal u hormigón”. Para ejecutar esta visión idearon sistemas basados en kits, módulos y conexiones que se inspiraban en la prefabricación militar y en la carrera espacial.
A finales de los 60, se unieron formalmente y fundaron Archigram Architects. El motivo era la ejecución de su primer proyecto real. Un gran auditorio subterráneo y multifuncional en la costa de Montecarlo invisible desde el exterior. En 1973, un cambio de gobierno en Mónaco anuló el presupuesto y el proyecto pasó a la historia. En 1974, cerraban la oficina y se dispersaban.
Muchas de sus obras quedaron en bocetos, pero esto no impidió que Archigram se considere uno de los grupos más inspiradores e influyentes de la arquitectura moderna. Rem Koolhaas describió Archigram como uno de los últimos “nuevos movimientos en urbanismo”. La iraquíZaha Hadid reconoció inspirarse en sus tecnologías modulares.
Hoy se pueden palpar las visiones de Archigram en los móviles, los vehículos conectados, las arquitecturas responsivas, la disponibilidad creciente de servicios y el crecimiento del nomadismo. A pesar de esto, David Greene declaró que sus ideas no habían tenido efecto en la arquitectura británica, y ponía como antiejemplo el Canary Wharf de Londres. Mientras que el uso de las oficinas ha cambiado enormemente, con negocios dirigidos desde la calle o restaurantes por tipos con teléfonos móviles, la construcción de oficinas seguía siendo básicamente lo mismo. Se planteaban como objetos financieros o inversiones más que como construcciones.
¿Cómo sería el mundo Archigram?
Obras en las que se pueden ver directa o indirectamente las ideas de Archigram:
Enlaces sobre Archigram
- Archigram en el Design Museum
- Futuristic designs from the past
- The Archigram Archival Project
- Archigram. Antigua “página oficial”
- Cheer up (and get on with it), it’s Archigram!
- Archigram: Experimental Architecture, 1961-74 | Exposición en Valladolid
Ideas utópicas, dibujos sobre papel, provocación al statu quo, mezcla de disciplinas, movilidad, nomadismo, libertad del individuo, caos creativo, tecnología como liberación y rock and roll.
Artículo en grancomo.com