ice un Copy & Paste de una columna de Ciudad Viva porque me pareció muy interesante las apreciaciones de invitados sobre el paisaje. La jornada se enmarca en "Diálogos del Paisaje" de ciclo "El paisaje ante el cambio global" en la Facultad de Letras de la UPV/EHU (Vitoria) en España. Ahora algunos fragmentos tomados de la crónica hecha por Stepienybarno.
Oriol Nel-lo, Iñaki Atxukarro y José María Ezquiaga.
Se dieron cita en un “formato informal”, bajo el atractivo titulo de “LOS RETOS DE LA INCLUSIÓN DE LAS VARIABLES DEL PAISAJE EN LA ORDENACIÓN TERRITORIAL Y EL PLANEAMIENTO”, dos pesos pesados del tema: Oriol Nel-lo y José María Ezquiaga. Rápidamente, los dos ponentes entraron al meollo de la cuestión, bajo la coordinación de IÑAKI ATXUKARRO, Viceconsejero de Ordenación del Territorio y Aguas del Gobierno Vasco.
Rescato las reflexiones del catalán Oriol Nel-Lo: Doctor en Geografía y Secretario de Planificación Territorial del Departamento de Política Territorial y Obras Públicas de la Generalitat de Catalunya, que realizó una brillante exposición sobre lo que él entendía por paisaje, y cómo estas ideas las llevaba a cabo en su quehacer diario.
Oriol Nel-lo
Comenzó reflexionando sobre la sensación psicológica “de desazón que a todos nos invade, ante los, cada vez más rápidos, cambios que nos rodean y que, en muchos casos, tenemos el convencimiento de que no son para mejor”. Hasta hace pocos años la sociedad estaba acostumbrada a que el paisaje era, prácticamente, permanente, cosa que hoy ya no ocurre, pues “un lugar son muchos paisajes”. Por lo tanto, cuando buscamos nuestro “refugio” ya no lo encontramos y, de repente, el ser humano tiene “una fuerte dificultad de identificación con el lugar”. Este interesante planteamiento (se agradece, sobremanera, que el tema de la identidad aparezca claramente en el discurso) se vio encadenado con la idea de que el paisaje, cada vez más a menudo, “resulta desprovisto de valores”, con lo cual su identidad cultural, queda, bastante maltrecha.
Por esta razón, cada vez más a menudo, un paisaje se parece más a otros paisajes, haciéndose, de alguna forma, intercambiables. Como consecuencia lógica, la tendencia natural es no hacer nada ante este panorama, pero Oriol, considera que, aunque es comprensible este planteamiento, en el fondo, “es una actitud demasiado defensiva. Esto es una quimera, porque si el paisaje es el resultado de la relación entre la sociedad y el entorno, en toda sociedad que cambie cambiará el paisaje”. Por ello, se debe apostar “por orientar el cambio, no por impedirlo, favoreciendo la musealización del paisaje. No se trata de conservar, sino de de gestionar”.
A partir de estas ideas, Nel-lo intenta ser consecuente llevando a la práctica la teoría. Para ello, propone realizar un catálogo del paisaje, basado en cuidadosos diagnósticos, en los que “se identifiquen las cualidades y valores iniciales del mismo, pugnando porque no se haga un menoscabo de los valores del paisaje, sino un ensalzamiento.”
Pero una vez detectados estos valores intrínsecos del paisaje… ¿Cuáles son los valores potenciales que a su vez posee?
Esta pregunta que fue lanzada al aire, tiene su respuesta en las políticas de paisaje que, unidas a planes territoriales, controlan la transformación del territorio “mediante directrices concretas y objetivables”. Llegado este punto, nos pareció pertinente, la apreciación de directriz en vez de norma, pues según Oriol, excesivas normas no son fácilmente cumplibles en materia de paisaje, por lo tanto, es conveniente apostar “por acuerdos entre la administración, agentes públicos y privados”. Se trata de tener más métodos y menos normas, ya que la “batalla del paisaje no se gana con las normativas” y de ahí surgen iniciativas como “La carta del paisaje”.
Oriol Nel-lo, Iñaki Atxukarro y José María Ezquiaga.
¿Pero quién es el que proporciona estos “medios contingentes para dotar de los instrumentos necesarios de actuación”?
Por un lado, el geógrafo catalán, nos habló del Observatorio del paisaje, como organismo especialista en la identificación de esos valores antes reseñados. Y por otro lado, “tenemos la Dirección general de arquitectura y paisaje, que se encarga de vehicular los informes sobre estudios de paisaje e integración paisajístico”. A estos organismos, que “actúan con carácter ejemplificador” se les ha provisto de una fuerte capacidad de financiación a través de un fondo especifico para la protección del paisaje.
También, Oriol nos explicó que todo este planteamiento quedaría cojo, si no hubiera un plan de sensibilización de este tipo de actuaciones, ya que “haciendo política del paisaje, hacemos política que tiene que ver con la democracia y la equidad”. A su vez, nos contaba que habían surgido una serie de guías en las que se reflejaban estas buenas prácticas, se realizaban informes de calidad y en las cuales se había preparado material específico para difundir estas acciones en elámbito de las escuelas.
Para ver la crónica entera pincha aquí. Notable el interés de los catalanes por observar los cambios de su paisaje. Qué ganas de tener un Observatorio del Paisaje aquí...
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