Desde siempre han existido en todos los pueblos y culturas, fiestas urbanas en las cuales la ciudad una vez al año o por períodos más largos, la ciudad se transforma en infraestructura, servicios e imagen urbana, para festejar alguna peregrinación, algo religioso, aniversarios, conmemoración, cultural o musical.
Lo interesante de estos eventos, es la ciudad mutante que temporalmente se adecúa soportar el efecto festivalero.
Por ejemplo, en la fiesta de la tirana en el norte, la gente extiende balcones desde sus casas para tener una vista privilegiada del espectáculo e incluso arriendan espacios para los turistas. Este pueblo en una fecha normal es totalmente distinto a la época de la fiesta. Los colores del pueblo se encienden de manera impresionante y la infraestructura se adpata por necesidad o por fin turístico. Para love parade (más producidos en otros países) se arma un escenario gigante móvil que se transporta por una gran parte de la ciudad. Las fiestas culturales en general, son las que mutan la imagen urbana de manera más pasiva ya que colores, música, performance o lo que sea se manifiestan artísticamente en las calles.
Por el contrario, un cambio drástico e impresionante, es lo que pasa en la Fiesta de la Pampilla en Coquimbo. Un extenso terreno, para las Fiestas Patrias festejan una semana el tema, siendo el 20 de septiembre el día principal del festejo. La gente se traslada con camas y petacas y forman una ciudadela temporal que maneja una libertad controlada de respeto y goze. Cuando vi las fotos por primera vez quede anonadada. Es impresionante lo que se logra formar de gente con un mismo fin, instalando en cualquier parte su carpa, sin reglas, calles, límites prediales ni loteos, forman una orden social destinado a festejar.
Muchos ejemplos en distintas ciudades, como el Carnaval de Río en Brasil, las fallas valencianas en España, o también los rituales por ceremonias de bienvenidas o distintas celebraciones de etnias originarias como los Selknam en Chile, los Kayapó en el Amazona, Masai en Africa.
En fin, las transformaciones de la ciudad son arquitecturas efímeras que logran un evento que se queda en el imaginario urbano de miles de personas. Fin cultural o religioso v/s lo turístico y lucroso que podría resultar, igualmente despliega una temporalidad en el soporte interesante de analizar.
1 comentario:
Eres como un sueño que no recordamos, pero que nos hace despertar alegres".
jfrancisco70@hotmail.com
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